La pronunciación del inglés
En la entrada de hoy:
1. ¿Acento o pronunciación?
Pues no. NO son lo mismo.
Aunque suelen confundirse.
La pronunciación del inglés, sobre la que ya hemos hablado en una entrada anterior, y es una cuestión bastante objetiva (con alguna variante entre distintos dialectos).
En inglés, por ejemplo, la letra k- en posición inicial delante de consonante siempre es muda (know, knock, knee).
Para un escocés, un estadounidense o un australiano.
Y esto es IN-NE-GO-CIA-BLE.
Como lo es el hecho de que en el grupo –ght solo suene la letra ‘t’ (eight, daughter, night, thought, etc.) o de que la doble ‘o’ no se pronuncie igual en food que en flood.
Se trata de convenciones que todos los hablantes deben respetar para poder entenderse entre sí (del mismo modo que la g- siempre suena fuerte delante de -e/-i en español).
Una correcta pronunciación es esencial para dominar un idioma.
Es decir, para entender y hacernos entender.
Sin embargo, acento y entonación son cuestiones más subjetivas (y, por tanto, podríamos decir que menos relevantes).
Estas suelen depender de la zona geográfica, del nivel socio-cultural, del interés del hablante por preservar u ocultar sus orígenes…
En otras palabras, una persona puede hablar un inglés excelente, incluso académico, con una pronunciación y una gramática impecables, y aun así conservar un fuerte acento español o italiano, por ejemplo.
Puede gustar más o menos, sonar más o menos exótico, pero ello no afecta necesariamente a la comunicación.
Según mi experiencia, aquellas personas que tienen oído musical suelten tener mayor facilidad para ‘copiar’ un determinado acento y sonar artificialmente más ‘nativos’ al hablar una lengua extranjera.
Por el contrario, hay quienes tienen verdadera dificultad (o rechazo) para despojarse de su acento al hablar un segundo idioma y, aun así, son capaces de comunicarse a la perfección (ej.: Penélope Cruz, Sofía Vergara o Antonio Banderas hablando inglés).
Cuentan que el periodista deportivo Michael Robinson viajaba cada año a su Inglaterra natal para no perder su marcado acento inglés, que tanto le caracterizó.
(Su acento fue, precisamente, uno de los atributos más reconocibles de este carismático exfutbolista que estuvo afincado en España durante más de 30 años.)
A menos que aspires a hacerte pasar por nativo, puedes olvidarte del acento si tienes más orejas que oídos.
No pasa nada.
De lo que no debes olvidarte es de cuidar tu pronunciación para que tu comunicación sea efectiva.
2. Errores de pronunciación más comunes
🔤 2.1 Recordatorio básico
En una entrada anterior titulada ‘Errores delatores‘ te hablé ya de algunos ejemplos típicos de fonemas que los españoles solemos pronunciar bastante mal.
A modo de resumen, te recuerdo las siguientes recomendaciones:
- diferencia bien el sonido de la b y el de la v (distingue bien very y berry)
- suaviza el sonido de la -h (here, hotel, etc.)
- y el de la –g en posición final (pig, bag, etc.) y
- NO pronuncies una e- delante de las palabras que empiezan con s- seguida de consonante (Spain, strong, etc.)
Aparte de estos tres puntos, hoy quiero hablarte de otros dos aspectos importantes para la pronunciación del inglés, como son el ritmo del idioma y la longitud de las vocales.
🥁 2.2 El ritmo del inglés
Este es un aspecto interesantísimo que Dan Feist trata de manera muy divertida en su libro titulado El español es flamenco. El inglés es rock n’ roll.

Libro muy recomendable para comprender el ritmo del inglés
De forma muy resumida (y gráfica) nos viene a contar que ambos idiomas tienen ritmos muy distintos. Así:
- mientras que el español es un idioma silábico, en el que suenan todas las sílabas con la misma intensidad (ta-ca-ta-ca-ta-ca, como un zapateao flamenco),
- el inglés es un idioma acentuado, es decir, que pone el acento sobre las sílabas/palabras más importantes (verbos, sustantivos, negación, etc.) y «pasa de puntillas» por otras que corresponden a artículos, preposiciones o verbos secundarios. Es lo que pasa con la conjunción and en ‘rock n’ roll’.
Esta es una de las razones misteriosas por la que parece que los hablantes nativos «se comen» algunas palabras y letras y, si no eres consciente de este fenómeno, puedes tener problemas de compresión.
⌛ 2.3 La longitud de las vocales
La longitud o duración de las vocales es otro de los aspectos novedosos para un hablante nativo de lengua española que se enfrenta al estudio del inglés.
Sin extenderme demasiado, te diré que este idioma distingue entre vocales largas y vocales cortas, y esta diferencia altera en muchos casos el significado de ciertas palabras. Ejemplo: